top of page

Salmo 7. ¡Señor, a Ti me acojo, cese la maldad!

Taller de oración con los Salmos.


Salmo 7. Oración del justo calumniado.


Mirad que el juez está a las puertas (Sant 5, 9).



Señor, Dios mío, a ti me acojo,

líbrame de mis perseguidores y sálvame,

que no me atrapen como leones

y me desgarren sin remedio.

 

Señor, Dios mío: si soy culpable,

si hay crímenes en mis manos,

si he causado daño a mi amigo,

si he protegido a un opresor injusto,

que el enemigo me persiga y me alcance,

que me pisotee vivo por tierra,

apretando mi vientre contra el polvo.

 

Levántate, Señor, con tu ira,

álzate con furor contra mis adversarios,

acude, Dios mío, a defenderme

en el juicio que has convocado.

Que te rodee la asamblea de las naciones,

y pon tu asiento en lo más alto de ella.

El Señor es juez de los pueblos.

 

Júzgame, Señor, según mi justicia,

según la inocencia que hay en mí.

Cese la maldad de los culpables,

y apoya tú al inocente,

tú que sondeas el corazón y las entrañas,

tú, el Dios justo.


Mi escudo es Dios,

que salva a los rectos de corazón.

Dios es un juez justo,

Dios amenaza cada día:

si no se convierten, afilará su espada,

tensará el arco y apuntará.

Apunta sus armas mortíferas,

prepara sus flechas incendiarias.

 

Mirad: concibió el crimen, está preñado de maldad,

y da a luz el engaño.

Cavó y ahondó una fosa,

caiga en la fosa que hizo,

recaiga su maldad sobre su cabeza,

baje su violencia sobre su cráneo.

 

Yo daré gracias al Señor por su justicia,

tañendo para el nombre del Señor Altísimo.







2 Comments


Tu eres mi escudo y mi fortaleza Señor, custodia mi alma Señor...Sé que Tú me salvas...solo Tu Señor!!!

Madre Reina de la Paz ruega por nosotros y por la Paz del mundo entero...amén!!! Jesús en vos confío

Amén

Like

Dame Señor rectitud de corazón para ser defendida por Tí, mi Escudo y Protector de día y de noche.


Jesús, me arrodillo ante Tí arrepentida por mis pecados, injusticias y faltas de amor. Envía tus flechas incendiarias al centro de mi corazón para que lo enciendas con el fuego de Tu Amor, así, cuando me mire el Padre, me verá lavada por Tu Sangre y revestida de Tí.


Y esto que te pido para mí, te lo pido para todos, perdónanos pues no sabemos lo que hacemos, toca nuestros corazones de piedra y transfórmalos en corazones de carne que latan al unísono con el Tuyo.


Por intercesión de la Dulce Madre, danos cada día el don de la verdadera conversión,…


Like

Suscríbete a nuestro boletín
Recibe nuestro boletín en tu correo electrónico

Recibirás un email para confirmar tu suscripción

bottom of page