Jesús, enséñanos a orar. Que tu Palabra sea lámpara para nuestros pasos, luz en nuestro sendero.
María, alcánzanos de tu Hijo, al que adoramos presente en el Santísimo Sacramento, la gracia de vivir siempre de la Palabra salida de sus labios.
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Gracias Señor por despertar en mí esta consciencia de eternidad, gracias porque en mi vida temporal, que se va agotando, encuentro el gozo de saberme muy amada y esperada en las moradas eternas.
Protéjenos Señor de las astucias del enemigo para que, libres de todo engaño, nos entreguemos completamente a Ti para vivir sólo en Tu Voluntad y en Tu Amor Divinos.
Gracias por darnos a María como Madre y defensora nuestra.
Gracias Padre Alfredo por enseñarnos a orar meditando la Palabra de Dios.
Recibo su bendición.
¡La Paz del Señor!