El Evangelio de hoy (Lc 14,12-14):
✠
EN aquel tiempo, Jesús dijo a uno a de los principales fariseos que lo había invitado:
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos».
Textos para profundizar:
1022. Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo, bien a través de una purificación (cf. Concilio de Lyon II: DS 856; Concilio de Florencia: DS 1304; Concilio de Trento: DS 1820), bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo (cf. Concilio de Lyon II: DS 857; Juan XXII: DS 991; Benedicto XII: DS 1000-1001; Concilio de Florencia: DS 1305), bien para condenarse inmediatamente para siempre (cf. Concilio de Lyon II: DS 858; Benedicto XII: DS 1002; Concilio de Florencia: DS 1306).
«A la tarde te examinarán en el amor» (San Juan de la Cruz, Avisos y sentencias, 57).
San Juan de la Cruz. Dichos de luz y amor:
59. A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición.
San Ignacio de Loyola. Ejercicios espirituales:
186. 3.ª regla. La tercera: como si estuviese en el momento de la muerte, considerar la forma de proceder y la norma que entonces querría haber tenido en el modo de la presente elección; y rigiéndome por esa norma he de tomar mi determinación.
Señor dame tu gracia para ir avanzando en buscar las cosas eternas qué tú luz disipe todo aquello que no me permita avanzar amén
Padre David qué hermoso ejemplo el del Padre Alfredo qué cuando se quiere se logrará a la luz de Dios qué tengan un bendecido Lunes y gracias por está hermosa explicación Padre David.🙏🏼🙏🏼❤️♥️
https://evangeliomeditadoenverso.blogspot.com/2024/11/lc-1412-14-retribuetur-tibi-te-pagaran.html
El demonio siempre estará al acecho para tentarnos, pero el Espíritu Santo nos asiste permanentemente con la gracia santificante y nos inspira para que tomemos buenas decisiones.
La clave está en permanecer vigilantes, y en ejercitar la mirada con ojos de eternidad, para adquirir la sensibilidad que nos preserva de lo que nos distrae de Dios.
El deseo de llegar al Cielo facilita la toma de decisiones y hace posibles las renuncias de lo que nos podría alejar de Dios, por atractivo que parezca en la vida temporal.
Que el Señor nos conceda la gracia de la Santa indiferencia ante los sucesos cotidianos, sin perder el asombro por lo que ÉL permite para nuestra santificación.
La Paz del Señor.