El Evangelio de hoy (Mc 3,1-6):
✠
EN aquel tiempo, Jesús entró otra vez en la sinagoga y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Lo estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo.
Entonces le dice al hombre que tenía la mano paralizada:
«Levántate y ponte ahí en medio».
Y a ellos les pregunta:
«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?».
Ellos callaban. Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón, dice al hombre:
«Extiende la mano».
La extendió y su mano quedó restablecida.
En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él.
Buenos días, Padre David de Jesús y Padre Alfredo. Gracias por el Evangelio diario. Que Dios los bendiga siempre. Amén. ❤️
Señor, te entrego mis pensamientos, palabras y obras para que Tú los purifiques. Te entrego mi corazón para que Tú lo transformes. Me entrego toda a Tí para que me enseñes a amar siempre a todos.
Convierte mi corazón endurecido en un tierno corazón que lata alimentado por Tu Amor.
La Paz del Señor.