El Evangelio de hoy (Lc 19,1-10):
✠
EN aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:
«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
https://evangeliomeditadoenverso.blogspot.com/2024/11/lc-191-10-salvum-facere-quod-perierat.html
Creo que yo también oí en mi corazón "Buscad mi rostro". Me dí a la búsqueda y ÉL se me hizo el encontradizo.
Lo veo tan hermoso en la Eucaristía, Lo encuentro tan vivo en los Evangelios, Lo he percibido en mis semejantes, Lo he hospedado en mi casa, estoy aprendiendo a amarLo en mis hermanos.
Te ruego Jesús que Tú seas mi sumo bien, que sigas transformando mi corazón, que sólo Tú lo llenes con Tu Amor de cielo.
Gracias Señor por amarnos tanto.
Precioso el Evangelio de hoy y muy sentida su explicación, querido Padre David. El Señor lo bendiga y le muestre Su Divino Rostro.
La Paz del Señor.