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Evangelio de hoy 16 octubre 2024. Padre David de Jesús. ¿Dios puede maldecir? (Lc 11,42-46)

El Evangelio de hoy (Lc 11,42-46):

EN aquel tiempo, dijo el Señor:

«¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de hortalizas, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto es lo que había que practicar, sin descuidar aquello.

¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y los saludos en las plazas! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas no señaladas, que la gente pisa sin saberlo!».

Le replicó un maestro de la ley:

«Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros».

Y él dijo:

«¡Ay de vosotros también, maestros de la ley, que cargáis a los hombres cargas insoportables, mientras vosotros no tocáis las cargas ni con uno de vuestros dedos!».

Textos para profundizar:

457. El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: "Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados" (1 Jn 4, 10). "El Padre envió a su Hijo para ser salvador del mundo" (1 Jn 4, 14). "Él se manifestó para quitar los pecados" (1 Jn 3, 5):

«Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada, ser restablecida; muerta, ser resucitada. Habíamos perdido la posesión del bien, era necesario que se nos devolviera. Encerrados en las tinieblas, hacía falta que nos llegara la luz; estando cautivos, esperábamos un salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un libertador. ¿No tenían importancia estos razonamientos? ¿No merecían conmover a Dios hasta el punto de hacerle bajar hasta nuestra naturaleza humana para visitarla, ya que la humanidad se encontraba en un estado tan miserable y tan desgraciado?» (San Gregorio de Nisa, Oratio catechetica, 15: PG 45, 48B).

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2 comentarios

2 Comments



Unknown member
hace 3 horas

Mi Señor, Tú eres mi Guardián, Tú nunca duermes. Te ruego no me dejes caer en la tentación ni en estas maldiciones. Y si caigo, dame conciencia y dolor de mi pecado y levántame. Quiero aliviar el peso de Tu Cruz.


Como cada día, gracias Padre David por el comentario al Evangelio y por toda su ayuda.


La Paz del Señor

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