El Evangelio de hoy (Mc 12,28b-34):
✠
EN aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
«¿Qué mandamiento es el primero de todos?».
Respondió Jesús:
«El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”.
El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que éstos».
El escriba replicó:
«Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
«No estás lejos del reino de Dios».
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Textos para profundizar:
1 Corintios 12,31-13,13:
31 Ambicionad los carismas mayores.
Y aún os voy a mostrar un camino más excelente.
1 Cor13 1 Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que resuena o un címbalo que aturde. 2 Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber; si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada. 3 Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría.
4 El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe; 5 no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; 6 no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. 7 Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor no pasa nunca. Las profecías, por el contrario, se acabarán; las lenguas cesarán; el conocimiento se acabará. 9 Porque conocemos imperfectamente e imperfectamente profetizamos; 10 mas, cuando venga lo perfecto, lo imperfecto se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre, acabé con las cosas de niño. 12 Ahora vemos como en un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es ahora limitado; entonces conoceré como he sido conocido por Dios.
13 En una palabra, quedan estas tres: la fe, la esperanza y el amor. La más grande es el amor.
25. Para concluir esta presentación es oportuno recordar el principio pastoral que enuncia el Catecismo Romano:
"El camino mejor es el que el Apóstol [...] mostró: Toda la finalidad de la doctrina y de la enseñanza debe ser puesta en el amor que no acaba. Porque se puede muy bien exponer lo que es preciso creer, esperar o hacer; pero sobre todo debe resaltarse que el amor de Nuestro Señor siempre prevalece, a fin de que cada uno comprenda que todo acto de virtud perfectamente cristiano no tiene otro origen que el amor, ni otro término que el amor" (Catecismo Romano, Prefacio, 10).
Gracias Padre David por recordarnos que el amor es el faro que nos sirve de referencia en nuestra vida de hijos de Dios.
Lo primero y más importante es el amor. Primero a Dios y como consecuencia de ese amor primero, amar a nuestro prójimo y a nosotros mismos.
Que el Señor nos ayude a hacer realidad este amor transformador, para que el mundo crea, para que no se quede en palabras, sino que trascienda a nuestra realidad.
La Paz del Señor.