El Evangelio de hoy (Lc 9,43b-45):
✠
EN aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
«Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido.
Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.
Consejo de oro nos ha dado. ¡Muchas gracias Padre David!
Nada es para siempre, ni la adversidad, ni la prosperidad. Dios es el único que permanece, que no se muda.
Dame la gracia Señor de no perder la calma, pues mi confianza esta puesta en Ti.